lunes, 10 de agosto de 2020

 

El estambre del cuerpo


David De los Reyes



Coralie Raynaud Plus | Aboriginal dot painting, Aboriginal dot art ...

 

El cuerpo es más que una cosa en el mundo, es una acción contra y sobre el mundo. Es una maya de percepciones que dan entrada a la apropiación de todo lo que puede abarcar. A esto se le suma la dimensión lingüística, la palabra, que es el conducto para direccionarlo y pensarse. Las sensaciones no sólo hacen a ese volumen de materia y vida que se contonea por los transitados y cansados rincones del mundo. Es desde la mudez interna que la corporalidad invita al impulso limitado, anclado sobre el estambre del mundo inmediato, que no es otro que el que construimos con nuestro cuerpo. Mundo inmediato que comienza por los pliegues de la piel y sus exigentes e imparables sed de contactos. Un ir hacia el devenir sentido. La conciencia se vuelve perceptual. Antes del concepto está la carga emocional y sensual del cuerpo. Y la carga del cuerpo está en relación con nuestro abandono y cuido del campo orgánico sensorial. Nuestra intensidad de la sensibilidad o las agresivas cuotas de irritabilidad hacia sí mismo, nuestra agudeza de captar lo interno y lo externo vendrán a constituir la primacía y la carga de la percepción, que no significa otra condición que la primacía de la experiencia irrepetible, resolviéndose en la medida en que la percepción se nos presenta en su dimensión activa y constitutiva.

Nuestros momento presente de pandemia, de encierro, de castigo individual y universal, de acorralamiento sanitario, de enfermedad invisible mortal,  de olvido de los otros vivos y reales -no virtuales, y de la reducción de nuestra experiencia vital corporal a estar recluidos a una silla, una mesa, un cuarto: espacio artificial, y al permanente rezo cotidiano  ante el santuario de los dioses y de los monstruos de la pantalla lumínica, a unas relaciones mudas pero sonoras por membranas plásticas, a unas miradas  en las calles desviadas por  el indetenible miedo al contagio, a unas extremidades mutiladas en su abarcar al otro, a un solitario sexo monoaural , a los filtros químicos de la evasión expedita de las sustancias que alteran nuestros nervios a un momento de reconciliación que acorta vida,   a unos afectos en la distancia líquidos y evanescentes o en la cercanía  repelidos e inaceptables por falta ya de costumbre, todo ello nos llevan a un cambio de ciento ochenta grados en lo experimentado en nuestra efímera existencia corporal. Esto es lo que nos orienta hoy todas nuestras percepciones de la biopolítica de la pandemia.  El cuerpo detenido, domesticado en el sentido literal de la palabra (domus significa casa), nos dan una idea de nuestra expresión actual del cuerpo sobre este pedazo del mundo nuestro sin poseerlo. Es un cuerpo ante un espacio objetivo casi detenido y enraizado en la nada de la cotidianidad rutinaria en una situación que nos ha polarizado todas nuestras idas y venidas, todas nuestras acciones.

¿Qué queda? ¿Queda recogerse sobre sí mismo y perfilar otro esquema corporal? Quizás. Donde las experiencias vividas las aprehendemos como sutiles materiales de la conciencia para futuros proyectos que rompan el hastío de lo mismo. De las experiencias vividas surgen los posibles esquemas que se imponen, nos imponen y las hemos aceptado como animales amaestrados. ¿Irremplazable realidad física y mental de nuestro focalizado cuerpo con mascarilla y mudo de libre gestualidad? Volvamos a él. El cuerpo puede volverse como prodigioso receptáculo perceptivo que vislumbre un nuevo horizonte de creatividad dimensionada por un impulso de nuevas aperturas a lo desconocido y no resuelto, no experimentado. Una fuerza de negación a la aceptación de lo que se impone como único. Desvía la mirada hacia otro lado y fuera de la pantalla, por ahí comienza otra realidad, otra conciencia perceptual, otro procurarse la vida absurda pero sentida en el estambre de la realidad. Todo comienza con volver aprender a cómo respirar, respirar sin mascarilla…el cuerpo es aire, somos el aire que respiramos…no una cosa.

 

DDLR

Guayaquil 10 de agosto 2020

domingo, 2 de agosto de 2020

Mi encuentro con Friedrich 

en Sils-María


David De los Reyes


La imagen puede contener: montaña, cielo, árbol, exterior y naturaleza



Estando de viaje y de paso por el cantón suizo Grisones, me encontré cenando en el acogedor restaurante Alpenrose, en la vía de Marías 133, ubicado en la alpina localidad de Sils-María. En un determinado momento se abrió la puerta de la calle, dejando entrar el frío exterior y a un hombre no muy alto, vestido de negro con grandes bigotes y lentes de metal. Sus pasos lentos se dirigieron al comedor. Era un personaje particular y solitario y por su aspecto parecía un enterrador de hombres, pero luego más tarde, al escuchar atentamente su conversación no podía ser menos que un obstinado predicador. En el local estábamos sólo nosotros, afuera había una borrasca de nieve casi paralizante y ante eso se pasa mejor el tiempo de espera al lado del calor de una estufa que intentando atravesar la pared de frío y viento que te congelan hasta los mocos de la nariz. Al terminar de cenar, ambos nos dirigimos al salón de té, donde comenzamos a hablar del temporal, pasando luego a los temas reiterativos de la vida de hoy y del encerramiento de la gente en muchos países. No quedaba otra que acompañar la conversa pidiendo dos tasas de una infusión particular con hierbas del lugar y una copa del fuerte alcohol de kirsch de cerezas salvajes Ethel.
Este acompañante del momento se presentó como Friedrich, y discutimos sobre variados temas. Era vehemente y enfático cuando se hablaba del “perro de fuego”, que era como llamaba al pueblo, como también al tratar sobre el cristianismo, al cual le endilgaba todos los males del mundo occidental. Era, sin embargo, un defensor de la vida trágica y elogiaba al dios griego Dioniso. Su rostro dejaba ver un impulso vital con el que teñía cada palabra que pronunciaba.
En un momento de la conversación se dirigió, como es habitual hoy en cualquier parte, a comentar lo que ocurría con esta pandemia global que había arrastrado el virus chino rojo y sus consabidas y absurdas muertes y contagios. En ese momento propuso que se debía escribir una parábola para la condición de la humanidad por la situación que atravesaba.
Sus palabras me sonaron en ese entonces algo escandalosas, como las de un exaltado párroco agnóstico, si es que ese personaje y profesión existiese. Friedrich, mirando al vacío, dirigiendo su mirada a través de la amplia ventana que tenía del lado izquierdo a su sofá, que resollaba al chocar el viento y la nieve contra ella, dijo así más o menos:

-Alguien podía inventar hoy una fábula para ilustrar cuán detestable y sombrío es el estadio por el que pasa eso que llaman humanidad, en su lamentable, arbitrario y estéril aspecto que tienen todas estas habladurías mediáticas que presentan las autoridades políticas, médicas, intelectuales, filosóficas y un largo etc., ante eso que han llamado COVID19. Esta fábula pudiera comenzar así:

“En algún apartado rincón del universo, desperdigado de innumerables y centelleantes sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales astutos inventaron el conocer y manipular genéticamente los virus y bacterias. Fue el minuto más soberbio y más falaz de la Historia Universal, pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras un par de respiraciones de la naturaleza, el astro se entumeció y los animales astutos tuvieron que perecer”.

Le pregunté a dónde quería llegar con esa fábula tan trágica e irremediable para ese animal astuto, pero nihilista a la vez. Friedrich en ese momento se levantó para marcharse, pero no antes de decirme que en el próximo retorno nuestro al pueblo de Sils-María, en algún momento de nuestras futuras venidas, estaría dispuesto a contarlo...

Foto: Sils-María, Suiza, por 1890


De estética en tiempos de Covid19

David De Los Reyes

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Propuestas estéticas para los tiempos del rojo confinamiento viral chinesco, donde no se buscan "verdades", sino aptitudes, estados sociales de ánimo y miradas temporales :

En el arte, con todo este radical cambio de nuestras relaciones con las personas y el mundo que nos rodea o nos entra por la pantalla plana, el presente demanda expresar y explorar. Aprehender las transformaciones que se están operando ahora mismo, tanto en el campo social como en y dentro de nosotros mismos, captar aquello que ya ha cambiado y nos ha cambiado, y aquello que continua transformándose y transformándonos. Como son, a nivel externo y político, los casos siguientes: el populismo psicopolítico se fortalece y surgen formas más coercitivas gracias a la separación de los cuerpos, el contagio incierto, que junto a los requerimientos con la comunidad comienza a exigir mucho más a sus ciudadanos, y así las golpeadas libertades individuales se debilitan gracias a la paradoja de la interconexión digital global, que nos ahoga de protocolos y falsas informaciones, rodeándolos de un halo luminoso de insospechado contagio viral mediático en nuestras vidas.

Danza Macabra, anónimo. IntervenciónDDLR2020
Sobre el habitar en la filosofía

David De  Los Reyes

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Fuerbach, filósofo alemán del siglo XIX, planteó que la filosofía tenía como condición interpretar el mundo. A ello Marx le sobrepuso sus Tesis, la N° XI para ser más precisos, donde, de forma enfática y teologal, impuso que la filosofía no debía interpretar el mundo sino transformarlo, y ya sabemos en que cayo dicha trasformación: en unos cuántos millones de inocentes (o no) muertos en los campos de exterminio del totalitarismo soviético o del nacionalismo alemán u oriental (China y Corea del Sur siguen siendo buenos y eficientes modelos de ello). Hoy, viendo lo que se ha convertido todo este emplaste rojo viral chino (material genético empaquetado dentro de una cubierta proto-órganica, lista para anclarse en las células del cuerpo y colonizarlo - ¿habrá que hablar de decolonización viral?), a nivel global, la filosofía puede dar otra mirada al asunto. Dentro de sus propuestas anticlásicas modernas o postmodernas y de búsqueda de un cuerpo epistémico de categorias para estructurar una Verdad (universal o global), tiene sus linderos en un pensamiento más urgente y menos seguro, como es la de aprender a habitar mejor el mundo, junto al confinamiento que se ha construido gracias a las expandidas y aéreas estructuras virales casi invisibles, con sus efectos disciplinarios colectivos y patológicos mortales o transitorios. La filosofía, entonces, más que interpretar o transformar, se plantea como aprendizaje y exploración de un saber estar en el mundo confinado que nos rodea, donde las libertades se han borrado y agrupado hacia un instinto individual (a veces colectivo), de sobre vivencia inmediata. Una filosofía que se reafirma sobre lo contingente del día, distante del juego del lenguaje de las esencialidades abstractas de la modernidad con sus utopias, distopías, trascendencias religiosas y disrupciones paralelas, adheridas a un pensamiento crítico acéfalo de cuerpo vivencial. Ante un mundo cerrado, extender la filosofía como habitáculo reflexivo vital, emocional e intelectual para seguir proponiendo espacios y temporalidades abiertos a la experiencia humana en tanto aptitudes cónsonas en pos de saber medio pisar el suelo movedizo cultural de la incertidumbre e inmersos en el delirio consensual mediático del corral global minado de ignorancia, populismo, cietificismo, cabalismo profético, autoritarismo, totalitarismo digital y otras hierbas afines...

Danza de la Muerte en tiempos de peste negra. Xilografia medieval - Intervención DDLR2020

jueves, 25 de junio de 2020

Propuestas estéticas para los tiempos del rojo confinamiento viral chinesco, 
donde no se buscan "verdades", sino aptitudes, estados sociales de ánimo y miradas temporales

David De los Reyes














En el arte, con todo este radical cambio de nuestras relaciones con las personas y el mundo que nos rodea o nos entra por la pantalla plana, el presente demanda expresar y explorar. Aprehender las transformaciones que se están operando ahora mismo, tanto en el campo social como en y dentro de nosotros mismos, captar aquello que ya ha cambiado y nos ha cambiado, y aquello que continua transformándose y transformándonos. Como son, a nivel externo y político, los casos siguientes: el populismo psicopolítico se fortalece y surgen formas más coercitivas gracias a la separación de los cuerpos, el contagio incierto, que junto a los requerimientos con la comunidad comienza a exigir mucho más a sus ciudadanos, y así las golpeadas libertades individuales se debilitan gracias a la paradoja de la interconexión digital global, que nos ahoga de protocolos y falsas informaciones, rodeándolos de un halo luminoso de insospechado contagio viral mediático en nuestras vidas.
ILUSTRACIÓN: 
Danza Macabra medieval, xilografía anónima. IntervenciónDDLR2020
Sobre el habitar en la filosofía
David De los Reyes
Xilografía medieval de la Danza de la muerte en tiempos de peste-
Intervención DDLR2020


Ludwig Fuerbach, filósofo alemán del siglo XIX, planteó que la filosofía tenía como condición interpretar el mundo. A ello Marx le sobrepuso sus Tesis, la N° XI para ser más precisos, donde, de forma enfática y teologal, impuso que la filosofía no debía interpretar el mundo sino transformarlo, y ya sabemos en que cayo dicha trasformación: en unos cuántos millones de inocentes (o no) muertos en los campos de exterminio del totalitarismo soviético o del nacionalismo alemán u oriental (China y Corea del Sur siguen siendo buenos y eficientes modelos de ello). Hoy, viendo lo que se ha convertido todo este emplaste rojo viral chino (material genético empaquetado dentro de una cubierta proto-órganica, lista para anclarse en las células del cuerpo y colonizarlo - ¿habrá que hablar de decolonización viral?), a nivel global, la filosofía puede dar otra mirada al asunto. Dentro de sus propuestas anticlásicas modernas o postmodernas y de búsqueda de un cuerpo epistémico de categorias para estructurar una Verdad (universal o global), tiene sus linderos en un pensamiento más urgente y menos seguro, como es la de aprender a habitar mejor el mundo, junto al confinamiento que se ha construido gracias a las expandidas y aéreas estructuras virales casi invisibles, con sus efectos disciplinarios colectivos y patológicos mortales o transitorios. La filosofía, entonces, más que interpretar o transformar, se plantea como aprendizaje y exploración de un saber estar en el mundo confinado que nos rodea, donde las libertades se han borrado y agrupado hacia un instinto individual (a veces colectivo), de sobre vivencia inmediata. Una filosofía que se reafirma sobre lo contingente del día, distante del juego del lenguaje de las esencialidades abstractas de la modernidad con sus utopias, distopías, trascendencias religiosas y disrupciones paralelas, adheridas a un pensamiento crítico acéfalo de cuerpo vivencial. Ante un mundo cerrado, extender la filosofía como habitáculo reflexivo vital, emocional e intelectual para seguir proponiendo espacios y temporalidades abiertos a la experiencia humana en tanto aptitudes cónsonas en pos de saber medio pisar el suelo movedizo cultural de la incertidumbre e inmersos en el delirio consensual mediático del corral global minado de ignorancia, populismo, cietificismo, cabalismo profético, autoritarismo, totalitarismo digital y otras hierbas afines...

jueves, 14 de mayo de 2020


Vida retirada
(Retired Life)

David Sparrow





Ilustración anónima. Intervención DDLR2020



Del marino y filósofo inglés del siglo XVIII, David Sparrow, amigo del empirista pensador David Hume, su leyenda refiere que fue a veces pirata en los entornos de la caribeña isla Martinica, pero sobre todo intrépido capitán de los turbulentos mares, transcribo esta balada de difícil traducción al castellano:



¡Qué descansada vida
la del que huye al mundanal virus
y sigue a escondidas
en la senda por donde han ido
los poquísimos sabios que el banal
mundo mercantil ha permitido

Que le es indiferente el pecho
de los soberbios grandes de estado,
igual de los veloces corceles,
se admira, amaestrado
por el diestro moro,  con látigo aferrado

Toda fama desdeña, aunque
cante con voz su nombre pregonera,
no acepta si se presenta
la lengua envidiosa y lisonjera,
que condena la verdad sincera.

¿Que  presta a mi contento
si soy por el insidioso dedo señalado,
si en busca de este libre viento
ando desalentado
con ansias vivas y moral cuidado?

¡Oh mar, oh viento, oh océano contaminado!
¡Oh secreto seguro arruinado!
Roto todo navío
en vuestro tronco quemado reposo
huyendo de esta peste tempestuosa

Un quebrado sueño,
que un día no fue puro, ni alegre y ni libre quiero;
no quiero ver el ceño
criminalmente severo
de quien se ensalza con la sangre de otros
y en el pillaje del dinero.

Despiértenme las aves
con su fino cantar sin apremio,
alejándome de cuidados graves
del que siempre es seguido
quien al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que he trabajado
a solas, sin testigo,
pleno de amor, sin celo,
sin odio, ni esperanzas, ni recelos.
En la quilla de mi intrépido navío
por mi mano trazada tengo las gastadas rutas de mi sustento,
que al llegar la primavera
de sosegadas olas es cubierta,
calmando la espera por el fruto cierto.

Y como seductora
para ver y aumentar su hermosura,
desde el palo mayor baja airosa
una las velas de blanco puras
hasta llegar corriendo se apresuran

Y luego descansadas,
su paso entre los vientos va jalando,
las redes de pasada
que agua salada va cubriendo
junto a peces diversos reteniendo.

El aire a la nave rodea
ofreciendo olores marinos al sentido,
las velas se tensan
con su libre y manso ruido,
que del oro y del cetro deja al olvido.

Téngase su tesoro
los que de un trozo de leño confían:
no es mío ver al lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La enhiesta madera
cruje, y en ciega noche  deja
a los que habitan así sus días;
por el cielo sus invisibles huellas
esparce confusa vocería.

Y mientras miserablemente
están muchos agonizando
en asfixia agotadora,
alejado de todo mando,
tendido yo a la sombra sigo cantando.

En mi camarote recostado
y con mi laúd en manos,
sobre  usadas sábanas soy coronado,
puesto al oído atento
al son dulce, toco con ritmo consumado
taño las cuerdas sabiamente acompasado …
En: David Sparrow: Theatrum Caribeum, t. 2, London, 1757, p.231s
Trad. David De los Reyes, Guayaquil mayo 2020


En: David Sparrow: Theatrum Caribeum, t. 2, London, 1757, p.231s
Trad. David De los Reyes, Guayaquil mayo 2020



Beatus Ille (Dichoso aquel)
Horacio

Dichoso aquél que lejos del rojo virus chino,
como la antigua raza de los hombres silvestres,
dedicaban su tiempo en atravesar los campos de siempre
con sus propios pies, libre de toda deuda,
y no despierte como los contagiados con la angustia
de la asfixia amenazadora, ni tiene miedo a los nuevos ataques de virus,
que evita el foro y las sometidas ciudades por los soberbios
donde habitan ciudadanos reducidos

Horacio, Odas extemporáneas, versión David De los Reyes


lunes, 11 de mayo de 2020


Donde se cuenta cómo el ciempiés 

se detiene

ante la encrucijada del camino

David De los Reyes






Nuestra civilización global se ha comportado, a veces más a veces menos, como un ciempiés. El ciempiés, como dice su nombre tiene  100 pies, valga la perogrullada. Usado como imagen nos proporciona una interesante analogía.  Su cuerpo es la civilización común y cada pie puede ser visto como un territorio, una región, ¿un país? distinto pero similar en su proceder y acción. Los ciempiés tienen una sólo ida, se acompasan a un mismo ritmo, a una misma velocidad, todos van a una misma dirección, a un mismo fin, a una idéntica voluntad de poder nihilista. El ritmo y la velocidad que le imprimió al ciempiés civilizatorio industrial las comunicaciones mercantiles, junto a la sorprendente y acelerada galaxia digital en expansión, ha sido inusual para los tiempos humanos y los ciclos naturales reales; la vida convertida en un eterno correr casi sin descanso y sin respiro. Esta constelación de los medios y sus modos nos ha llevado a emprender una carrera que parecía, por un momento, no tener freno alguno, no tener tampoco aire que inhalar: una total asfixia consumista biológica/cultural, como tampoco distanciarse de sus hábitos comunes, para retirarse del frenético impulso de la producción masiva continua y sin un fin real sustentable. Solo reiteraba la ciega voluntad de una ganancia abstracta y ambiciosa; acumulando por doquier más desechos e infección. Sin embargo, apareció un comodín guasón, lanzado por la propia industria científica de laboratorio, ese aéreo convid-19, o virus chino rojo, como lo llamo personalmente; pandemia que termina la vida reduciendo la capacidad de respirar...la asfixia es el límite de todo organismo vivo, pero ahora viralmente convocada. Y es lo que ha puesto al ciempiés capitalista (con todos los hermanastros socialistas farsantes de estos tiempos) y su población, en una encrucijada universal. Tanto la realidad macro de Gea, como nuestras micro vidas sensibles se han visto alteradas: por un lado, surgen fenómenos naturales insospechados de recuperación vital en distintos espacios del planeta; por otro, nos ha vuelto, por el posible contagio permanente, como corderos encerrados en su redil o en su cueva, ¡parecido al sueño religioso cristiano-comunista: buenos corderos de dios o del partido! Pueda, como dicen unos, darles más poder a los nuevos (pero viejos y decadentes en idiosincrasia…) dioses: al sistema político existente, o al gobierno de las élites estériles y sus implacables cancerberos burócratas, reduciendo la acostumbrada movilidad de amasado consumista sin límite del hombre moderno. Pero ante todo esto, también podemos pararnos frente un horizonte distinto. Y lo que sí veo claro en estos tiempos de incertidumbre, son las palabras del cubano obseso y obeso de poesía, las del habanero José Lezama Lima, cuando en una frase portentosa nos dijo todo el devenir de sus prodigiosos enunciados de las eras imaginarias: El gozo del ciempiés es la encrucijada. ¿Qué nos revela el poeta? Nos pide que ante el obstáculo temporal asumamos esta encrucijada como una sorprendente oportunidad de creatividad e invención colectiva e individual, a pesar de que cada pie de los cien del ciempiés civilizatorio no sepa muy bien por donde transitar a momentos. Que separándonos de las permanentes quejas y desconciertos que encontramos en todas las pantallas abiertas a nuestros ojos junto a los protocolos decretados de confinamiento, hallar la actitud por el gozo creativo y desviarse del pulso fatal para salir de ese camino inercial que parecía trazado trágicamente sobre la misma y dura piedra del devenir irremediable. A todas estas, sigo interrogándome, pensando la ambigüedad de los tiempos, diciéndome si no es que lo trazado por el aparente destino, la tragedia común universal, su obstinada autodestrucción, se encuentra inscrita a lo interno del ciempiés de la humanidad, en sus genes en tanto especie, ¿y no tiene ya el impulso para sortear la encrucijada?
Guayaquil 11 mayo 2020


viernes, 1 de mayo de 2020

"Es el tiempo de la peste cuando hombres dementes lideran a los ciegos"
Shakespeare, Rey Lear

Fotografía: "Lear y Cordelia" de Ford Madox Brown (1849-54), óleo. Intervención III de DDLR2020



"He tenido una visión del mundo. Los camaradas del PCCH nos tratan a los hombres como los niños a las moscas; nos matan para divertirse"
Shakespeare, El Rey Lear

Fotografía: El Rey Lear y el Bufón en la tormenta de William Dyce (1806-1864)- Intervención II DDLR2020


"¡Cuanto pesa esta corona-virus!"
Shakespeare, Ricardo III

Pintura de William Hogarth (1697-1764), Ricardo III interpretado por David Garret. Walker ARt Gallery. Intervención III DDLR2020



El compositor ruso Igor Stravinsky en su visita a Caracas (Venezuela), junto al maestro y compositor venezolano Juan Bautista Plaza. Un paseo a la laguna de Carrizal (Edo. Miranda).La foto fue tomada por el fotógrafo Carlos Herrera, familiar de mi amiga Miren Edurne Anchustegui Saavedra quien me la facilitó y a quien agradezco por generoso gesto.
Hoy se cumple el 45 aniversario de su partida...
En éstos tiempos de confinamiento asumo las palabras de Thomas Mann: "Es más moral perderse por las propias acciones que guardarse de todo".
Ahí dejo eso




En: Mann.T.; "La Montaña Mágica", Ed. LeLibros,pdf. p.578


Del buen romántico de Jean Jacques Rousseu, tomado de su Emilio...nos aclara los tiempos que corren.



De esta manera sus palabras bien pueden llegar a los fieles creyentes de un mundo abordado por la diversión de lanzar misiles, gases clorados, sicariato narco-revolucionario, mundiales de fútbol y un big data modificando hasta la más mínima neurona de tu cerebro. Y lo mejor es que lo piden como un adicto su dosis. Y todavía piensan que el arte puede ser un aliado "liberador" de la opresión política global:

"La institución pública no existe ya (...) porque donde no
existe ya la patria, no puede seguir habiendo ciudadanos. Estas
dos palabras «patria» y «ciudadano» deben ser borradas de las
lenguas modernas"

"Todo es locura y contradicción en las instituciones humanas"

Y podemos agregar otro párrafo para el gusto de todos, hoy más que nunca una realidad en el neo-esclavismo que se siembra a nivel global gracias a los imperialismos chino y ruso, expropiadores de lo ajeno por condición ideológica:

"Toda nuestra sabiduría consiste en prejuicios serviles; todos
nuestros usos no son sino sujeción, tortura y violencia. El
hombre civil nace, vive y muere en la esclavitud: a su
nacimiento se le cose en una mantilla; a su muerte se le clava
en un féretro; en tanto que él conserva la figura humana está
encadenado por nuestras instituciones"

y

"Los hombres no están hechos para ser amontonados en
hormigueros, sino esparcidos sobre la tierra que ellos deben
cultivar. Cuanto más se reúnen, más se corrompen. Las
enfermedades del cuerpo, así como los vicios del alma, son el
efecto infalible de estas concurrencias demasiado numerosas. El
hombre es de todos los animales el que puede vivir menos en el
rebaño. El aliento del hombre es mortal" para sus semejantes:
esto no es menos cierto en el sentido propio que en el
figurado

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En el Día Mundial del Arte, pongamos una cita de uno de los artistas imprescindibles del arte contemporáneo, Joseph Beuys

"(…) cada hombre es un artista. En cada hombre existe una
facultad creadora virtual. Esto no quiere decir que cada hombre
sea un pintor o un escultor sino que existe una creatividad
latente en todas las esferas del trabajo humano".

Bernard Lamarche-Vadel, Joseph Beuys, p. 85

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Los regímenes dictatoriales ( y otros que suelen llamar como democráticos también), tiene muy en cuenta lo que ya había dicho Edmundo Burke en su texto sobre "Lo Bello y lo Sublime":
"No hay pasión que robe tan determinantemente a la mente
todo su poder de actuar y razonar como el miedo. Pues el miedo, al ser una percepción del dolor o de la muerte, actúa de un modo que parece verdadero dolor".

Edmund Burke: Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y de lo bello.

Un buen negocio en la pLandemia venezolana, para seguir siendo fieles a la alta tecnología del régimen ex-petrolero, es poner una venta a crédito de mulas y burros usados... Los modelos nuevos importados de China salen defectuosos...
Foto: DDLR, Falcón, Adícora, 2008

La imagen puede contener: cielo, árbol, hierba, exterior y naturaleza


De: David Sparrow, Theatrum Caribeum. London, 1757.
Me preguntan viejos marinos, en la taberna 'Los Tres Róbalos' del Pto. de Gouyave en la Isla de Grenada, por qué vivo solitario en el camarote de mi verdoso y húmedo bergantin.
Sonrio sin responder.
Mi espíritu se encuentra en su elemento.
Los lenguados estan desovando y las corrientes marinas corren suavemente dejando hilos frágiles de pura espuma blanca.
¡Qué distinto es todo esto del mundo de los hombres!

La imagen puede contener: cielo, exterior y agua





"Es una muerte antinatural esa que mata por la peste roja china"
Shakespeare, Otelo, Acto V, Escena II

Pintura: Muñoz Degrain (1840-1924): Otelo y Desdémona (Museo Soumaya.Fundación Carlos Slim). Intervención IV DDLR2020




Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China, declaró estos días por las declaraciones de los voceros del gobierno inglés que «Algunas personas están tratando de politizar la epidemia y estigmatizar a China». El problema es que este funcionario olvidó la dialéctica del marxismo y su relación con el materialismo cultural. En su determinismo autoritario podemos referir que quien hizo un uso político y económico de manera absoluta y totalitaria de la pandemia ha sido China, al ocultar y destruir investigaciones y resultados científicos, estadísticas de los afectados y expansión del virus ROJO CHINO al mundo en conjunto. Doblemente enjuiciadas pueden ser las posturas del mandarinato del capitalismo de estado. Primero, por ser políticamente prepotentes, cómo siempre ha sido toda declaración de la jerarquía del PCCh, y segundo, por ser económicamente reprobable sus industrias médicas al ofrecer tests y material médico de pésima calidad. Por no hablar de las intencionalmente y crematísticas erróneas propuestas terapéuticas lanzadas al mundo... a través de la OMS y de gobiernos sometidos por sus intereses que han sembrado de todo tipo. Y si. Se trata de mostrar, investigar y expresar los efectos por biopolitizar sus acciones criminales, entre otras cosas ... No es una gripe de casa sino un virus que lleva más de 150 mil personas fallecidas a nivel mundial y que ha cambiado la relación con la realidad de manera perversa y sin aún comprender la mayoría de sus efectos reales. Virus surgido de las usinas científicas del terror comunista/capitalista chino...

Foto anónima: Lao-Tse. Intervención III DDLR2020