Las Redes
Sociales Vegetales[1]
y el
concepto de autopoiesis en Maturana
David De
los Reyes
Hace más de cincuenta años el
científico y filósofo chileno Humberto Maturana,
junto con su compatriota y maestro Francisco Varela, se hicieron la pregunta
que muchos han pretendido responder. La pregunta ¿Qué es la vida? llena sus
respuestas millares de páginas que, posiblemente, hayan
estado acorde con los estadios del desarrollo cultural y cognitivo del paradigma
científico y artístico de su época. La
respuesta y los planteamientos a esa interrogante de Maturana han influido en
campos tan divergentes como son la neurociencia, la sociología, la literatura,
la filosofía, la estética y la cibernética.
Ellos dieron con un concepto
complejo: autopoiesis. Para dar respuesta al fenómeno de lo qué vive y
qué muere. A qué es lo que debe estar
pasando en la interioridad de un ente para que, mirándolo desde el exterior, se
pueda decir que es un ser vivo.
La autopoiesis es una
palabra compuesta. Se compone de auto (a sí mismo) y poiesis (creación).
Con lo que se llega a la definición de que los seres vivos son sistemas
autopoiéticos moleculares o sistemas moleculares que se producen a sí mismos a
partir de sus componentes e intercambios electroquímicos. La autopoiesis viene
a comprendernos como productores de nosotros mismos en tanto cuerpo viviente.
Y, por tanto, cualquier organismo molecular forma parte de esta condición en
tanto ser vivo.
En principio, esta teoría viene a
referir que todo ser vivo es un sistema cerrado que está creándose a sí mismo,
que implica tener una atención de sí para mantenerse, repararse y modificarse
en la medida de lo necesario. Un ser vivo implica un devenir constantes de
procesos que se generan a partir de su propio en sí molecular.
A diferencia de las máquinas
cuyas funciones son determinadas por los diseñadores que las crearon, los organismos
vivos se gobiernan a sí mismos. Esto se logra en un continuo intercambio y flujo
de componentes químicos, los cuales vienen a ser sintetizados y recobrados por
el propio sistema del ente vivo. Este
proceso debe estar continuamente realizándose en el ser vivo, de lo contrario,
al detenerse, muere.
Una de sus prioridades fue
comprender los procesos multidisplinarios que encontramos en todo sistema de
vida. Es adentrarse en el modo de vivir entre
las disciplinas las clases de seres vivos y, para el proyecto de las redes sociales
vegetales, es una de sus preocupación de las que se partió para establecer
un proceso de creación artístico de estética ambiental dentro de las tendencias
artísticas llamado como ecoarte. Ver las
plantas como seres vivos y no como seres estáticos y muertos. Observarlas
no como una entelequia sino cómo ellas están incardinadas en el proceso total
de la vida sobre la tierra. De comprender, por medio de la atención estética y
creativa, su vivir en tanto un proceso individual y en conjunto con el entorno. De su necesidad y existencia para la vida del
planeta en su conjunto.
En las redes sociales
vegetales no se pueden percibir el mundo vegetal únicamente como un grupo
de sistemas de comunicación o trasmisión de información entre seres verdes
y medio ambiente, sino como sistemas de convivencia que coordinan hasta la
sensibilidad, haceres e inteligencia de todo el habitar botánico, animal y
mineral que nos rodea. De la constante y perpetua dimensión del convivir acerca
de lo que está ocurriendo ante nuestra mirada sensible.
Con este proyecto artístico
queremos, también, hacer un reconocimiento y otorgar honor a uno de los
principios de Maturana, que aconseja a que toda persona debe intentar no
apegarse a su campo de investigación, pues ello conlleva a destruir o estropear
la objetividad del conocimiento. Por lo que podemos decir que no sólo hay que
observar al campo vegetal como espacio de vida particular, sino también saber
escuchar su móvil y silencioso transcurrir, sentir e interactuar sobre la
tierra. De adentrarse en su espectro de vida sin anteponer prejuicios supuestos
y exigencias de orden mercantilistas o mítico/fetichistas. Se trata de saber convivir con ellas para poder
hacer cosas juntos entre dos especies de seres vivos disímiles, pero que comparten
un hábitat común por el cual defender, mejorar (en la medida que se pueda ante
la vorágine del modelo industrial que nos rodea) y respetar, con lo que se
logra una convivencia afectuosa y participante, coadyuvante con el reino de lo vegetal
y con nuestra nave espacial viva: la tierra.
[1]
El proyecto Redes Sociales Vegetales es un proyecto artístico
fotográfico que he impulsado desde el 2020 como una propuesta creativa ante los
cambios de convivencia que se han producido por la peste china hasta el día de
hoy. Estos ensayos fotográficos sobre el
mundo de los seres vegetales está planeado para ser presentado en los formatos
de las redes sociales como Instagram (daviddelosreyes57) y Facebook, en las
cuentas del autor. También en la cuenta de Facebook de EmigrArte. En
esas cuentas de redes sociales se pueden ver una muestra de la producción
realizada hasta el presente.
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