Educación e individuo
David De los Reyes
Un
tema que no puede dejarse de lado en la
reflexión de Hegel es cómo vendrá a desarrollarse el hombre en tanto
espíritu mediante la educación. Se ha dicho que el hombre sólo es aquello que
él se hace mediante su actividad. Y es la actividad, en tanto apropiación de la
cultura, lo que amplía sus potencias o
las reduce a permanecer en el cerco limitado de
su animalidad. Lo que el hombre debe ser está dibujado por la educación,
añadiéndole la disciplina. La mediación de la educación y la disciplina es lo
que obra para la perfección del hombre
en tanto ser creador del mundo. Sin esas
mediaciones de la educación y la
disciplina al hombre se le restan
posibilidades de ser un ser racional y, por tanto, libre; el hombre es la
determinación que le ha dado vida y da vida a partir de ella; es el deber.
Quedarnos
únicamente en nuestra condición animal, despertar todo el instinto y la
sensualidad, los sentidos y la percepción
sin desarrollar la racionalidad que somos nos arroja a una esclavitud o
focalización con el mundo exterior. Por ello podemos comprender que el animal
acaba pronto con su educación; lo cual no puede ser considerado como un
beneficio para con él mismo. El hombre
es todo lo contrario, tiene que permanentemente hacer a sí mismo lo que debe ser; debe adquirirlo
todo por sí sólo por ser espíritu, razón, libertad; no le queda sino sacudirse
su condición natural. Su ser es el resultado alcanzado por el ejercicio de su
espíritu (mente: geist) mediante su
acción, su educación, su disciplina.
¿Hombres
o animales? Elije, si es que puedes…
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